Ministerios son las personas que asumían responsabilidades en estas primeras comunidades. Los dos principales eran el de la palabra y el de presidir la comunidad.
A finales del siglo I se definen 3 ministerios: episcopado, presbiterado y diaconado.
La vida de las primeras comunidades cristianas
Las comunidades cristianas se abrieron a los demás. El primer núcleo tuvo su centro en Jerusalén, después llegaron hasta Fenicia y Chipre, y sobre todo a Antioquía, donde los discípulos de Jesús fueron llamados cristianos.
Pablo y Bernavé consiguieron que se extendiera por Asia Menor y las ciudades griegas.
Expansión del Cristianismo
Los siglos III y IV fueron especialmente duros para los cristianos puesto que se les persiguió por no aceptar las prácticas impuestas por los romanos. Los romanos los consideraban como seres extraños, aislados, ateos, con una religión absurda y contraria a la razón. Los castigos consistían en la expropiación de bienes, prisión, destierro, torturas y muertes.
Hubo mártires que entregaron su vida por no renunciar a sus creencias.
Persecuciones cristianas
El Cristianismo llegó a Andalucía y a la Península desde Roma y el Norte de África.
En el siglo IV en Elvira, tuvo lugar el primer concilio en Hispania, donde se asentaron las bases de la Iglesia en España.
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